Solemos tener la creencia que
tenemos un cuerpo y que vivimos en este mundo y no es así. No tenemos un
cuerpo, somos un cuerpo, no vivimos en este mundo, somos parte de este mundo.
Vivimos en una era que le ha dado mayor relevancia a la razón que al cuerpo y
la emoción. Nos estamos olvidando de conversar con nuestro propio cuerpo y en
aprender a reconocer y valorar nuestras propias emociones. Solemos despertarnos
por la mañana e inmediatamente empezamos a pensar: “¿Qué voy a hacer el día de
hoy?”,”¿Qué voy a cocinar?”,”¿A quién voy a visitar?”, “Cuanto trabajo me queda
pendiente de hacer?”, descuidando el conectarnos con nuestro cuerpo y con
nuestras emociones, darle gracias a la vida “¡POR QUE ESTÁS VIVO¡”, porque
tienes hoy una página en blanco por escribir y porque de ti únicamente depende
llenarla de felicidad. ¿Alguna vez te has quedado contemplando a tu pareja
mientras duerme por las mañanas?¿La sueles despertar con un beso o alguna
caricia en su cabello?¿Te das tiempo para estirarte, conectarte con tu
respiración, escuchar el sonido de los pájaros o respirar el aire puro por las
mañanas?.
Alégrate, hoy puedes ser feliz,
si alguna vez has sido feliz es porque tu cuerpo, tu mente, tu espíritu y tus
emociones también pueden ser programadas para serlo. No te equivoques, hoy
puedes ser feliz.
Buenos días