Hace poco conversando con una
amiga, esta me preguntaba acerca de la diferencia entre el ego y el tener una
autoestima sana.
Por lo general en el ego estamos
pendientes de las demás personas y de la valoración que estas tengan sobre
nosotros, no solo porque estamos a la espera de recibir la valoración positiva
de estas sino porque dependemos de ella
para sentirnos bien. Compararme, luego existir. Nuestra sensación de bienestar
pasa porque otros te digan que eres una persona superior a otras y esta aprobación
se convierte en nuestra droga y como toda droga, vivimos angustiados por
obtener nuevas dosis pues sin ella nos sentimos infelices e incompletos. El ego
no suele admitir errores y suele reprochar los mismos a factores externos o a
personas externas. Son personas competitivas pero cuyo grado de estrés es
altísimo debido a que siempre están en competencia y pendientes de la
aprobación y valoración de los demás.
Una autoestima sana no necesita
compararse con nadie, vive feliz y tranquilamente todos los días de su vida
centrándose en el aquí y ahora, disfrutando cada acción que realizan y sabiendo
que es una persona única e importante en este mundo, que es parte de un todo en
el cual cada pieza adquiere un valor y una trascendencia. No es más ni menos
que nadie, simplemente es diferente y por eso mismo, especial. Conversa mucho
consigo mismo y no tiene miedo al error, al contrario, este es su gran aliado
porque le permite llegar con éxito a cualquiera de sus objetivos. No espera
alcanzar la felicidad cuando llegue al objetivo, sabe perfectamente que la
felicidad no se encuentra en el destino sino en el camino.
Nuestra vida se parece a una
maratón, mientras unos van obsesionados únicamente por llegar primeros, corren
temerosos de ser desplazados, se concentran únicamente en la meta y centran su
felicidad únicamente en la satisfacción
pasajera por llegar primeros y ser
reconocidos para luego vivir nuevamente temerosos y obsesionados por la ganar
la siguiente carrera, hay otros que corren la maratón felices y no obsesionados del lugar que ocupen
finalmente (finalmente todos van a llegar a la meta). Saludan a cada paso alegremente
a la gente que les aplaude, se abrazan con alguna de esas personas, se toman
fotos con ellas, corren felizmente junto a sus hijos o sus mascotas y tienen
durante todo el trayecto de la carrera, al finalizar y luego de ella, una
experiencia feliz y maravillosa. Mientras el primero se llenó de ego y de estrés
durante toda la carrera, el otro se llenó de felicidad y amor. Nuestra felicidad
no está en la meta sino en todo el trayecto y las experiencias y vivencias que
tenemos para llegar a ella. Disfrútala, vive.
(La imagen en el artículo
pertenece a la maratón “Color en Movimiento”, realizada en Argentina y cuyo
objetivo no era llegar primero sino llenarse de color, alegría, buena onda contribuyendo con la participación
a ayudar a alguna ONG en Argentina… ¿Y si así enfocáramos nuestra vida?. Le
dejo el enlace: http://blog.eventioz.com/generales/felicidad-en-movimiento-una-maraton-diferente/)
Luis Quiroz
Coach y asesor en bienestar y gestión de la felicidad
Autor del libro: “Vivir feliz”
luisqm320@hotmail.com, 955455778
(Lima-Perú)