domingo, 26 de octubre de 2014

El ego y la autoestima sana

Hace poco conversando con una amiga, esta me preguntaba acerca de la diferencia entre el ego y el tener una autoestima sana.

Por lo general en el ego estamos pendientes de las demás personas y de la valoración que estas tengan sobre nosotros, no solo porque estamos a la espera de recibir la valoración positiva de estas  sino porque dependemos de ella para sentirnos bien. Compararme, luego existir. Nuestra sensación de bienestar pasa porque otros te digan que eres una persona superior a otras y esta aprobación se convierte en nuestra droga y como toda droga, vivimos angustiados por obtener nuevas dosis pues sin ella nos sentimos infelices e incompletos. El ego no suele admitir errores y suele reprochar los mismos a factores externos o a personas externas. Son personas competitivas pero cuyo grado de estrés es altísimo debido a que siempre están en competencia y pendientes de la aprobación y valoración de los demás.

Una autoestima sana no necesita compararse con nadie, vive feliz y tranquilamente todos los días de su vida centrándose en el aquí y ahora, disfrutando cada acción que realizan y sabiendo que es una persona única e importante en este mundo, que es parte de un todo en el cual cada pieza adquiere un valor y una trascendencia. No es más ni menos que nadie, simplemente es diferente y por eso mismo, especial. Conversa mucho consigo mismo y no tiene miedo al error, al contrario, este es su gran aliado porque le permite llegar con éxito a cualquiera de sus objetivos. No espera alcanzar la felicidad cuando llegue al objetivo, sabe perfectamente que la felicidad no se encuentra en el destino sino en el camino.

Nuestra vida se parece a una maratón, mientras unos van obsesionados únicamente por llegar primeros, corren temerosos de ser desplazados, se concentran únicamente en la meta y centran su felicidad únicamente  en la satisfacción pasajera por llegar primeros y  ser reconocidos para luego vivir nuevamente temerosos y obsesionados por la ganar la siguiente carrera, hay otros que corren la maratón felices y  no obsesionados del lugar que ocupen finalmente (finalmente todos van a llegar a la meta). Saludan a cada paso alegremente a la gente que les aplaude, se abrazan con alguna de esas personas, se toman fotos con ellas, corren felizmente junto a sus hijos o sus mascotas y tienen durante todo el trayecto de la carrera, al finalizar y luego de ella, una experiencia feliz y maravillosa. Mientras el primero se llenó de ego y de estrés durante toda la carrera, el otro se llenó de felicidad y amor. Nuestra felicidad no está en la meta sino en todo el trayecto y las experiencias y vivencias que tenemos para llegar a ella. Disfrútala, vive.

(La imagen en el artículo pertenece a la maratón “Color en Movimiento”, realizada en Argentina y cuyo objetivo no era llegar primero sino llenarse de color, alegría,  buena onda contribuyendo con la participación a ayudar a alguna ONG en Argentina… ¿Y si así enfocáramos nuestra vida?. Le dejo el enlace: http://blog.eventioz.com/generales/felicidad-en-movimiento-una-maraton-diferente/)

Luis Quiroz
Coach y asesor en bienestar y gestión de la felicidad
Autor del libro: “Vivir feliz”

luisqm320@hotmail.com, 955455778 (Lima-Perú)